Exactamente a las nueve de la noche la luna asomó su mejilla por detrás de la colina. Los pies comenzaron a helarse y nos fuimos cobijando poco a poco, veíamos las noticias, sin poder abrazar ni dar consuelo a los queridos amigos... sólo mirar y esperar.
Ismael, Roberto, me gustaría estar allá y poder ayudarlos, saber que están bien. Pero por ahora sólo puedo enviarles un gran abrazo y esperar que estén a salvo.
100 User Manual Ross
Hace 3 años